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¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quien sabe?

28 Ago

Una historia china; admiro las historias chinas son mi debilidad, siempre tienen moralejas que te llegan tan profundo como si fuesen clavadas por una espada. Erase una vez un anciano que tenía un caballo para que lo ayude a labrar la tierra y poder cultivar su campo. Un día, el caballo escapó a las montañas. Cuando los vecinos del anciano se acercaban para darles las condolencias y lamentar su desgracia, el anciano les dijo: -¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quien sabe?

Una semana después, el caballo volvio con una manada de caballos salvajes; tantos que aquella miserable finca paso a ser una de las que mas animales poseia. Entonces los vecinos felicitaron al anciano por su buena fortuna. Este respondio de identica forma: -¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quien sabe?

Cuando el hijo del anciano intentó domar uno de aquellos caballos salvajes, cayó y se rompio la pierna. Todo el mundo consideró eso como una desgracia. No asi el anciano que se limito a decir una vez mas: -¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quien sabe?

Una semana mas tarde, el ejercito entró al poblado y fueron reclutados todos los jovenes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del anciano con la pierna rota, lo dejaron tranquilo ¿Habia sido buena suerte? ¿mala suerte? ¿Quien sabe?

Todo lo que a primera vista parece un contratiempo puede ser el disfraz del bien , ya decia aquel viejo refran, tan viejo pero tan usado “Las apariencias engañan”. Y viceversa: Todo lo que parece bueno a primera vista puede terminar siendo algo dañino que puede dejar cicatricez para toda la vida.

Seriamos mas sabios si dejaramos de juzgar las cosas de buenas a primera y agradecieramos las cosas que se convierten en bien, aunque en principio no lo parezcan.

Niños del mundo (correr la voz)

12 Ago

Original de Mex Urtizberea

Que sean niños, y no clientes de las compañías de celulares, o vendedores de rosas en los bares, o estrellas descartables de la televisión.

Niños, no limpiavidrios en los semáforos, o botín de padres enfrentados o repartidores de estampitas en los subtes.

Que no sean niños soldados, los niños. Que sean niños los niños, simplemente. Que no sean foto de un portal pornográfico. Que no sean los habitantes de un reformatorio. (más…)