Confianza
20 May
Hablar de confianza es siempre complicado porque es un tema cerrado con el que no podes conversar con la primera persona que se te cruza, tampoco en cualquier lugar y definitivamente no en cualquier momento.
Muchas veces me paso que me tildaron de malo, de prejuicioso e inclusive de racista. Pero lo último solo fue una vez y fue de parte de un conocido que nunca se destaco por su inteligencia entonces no vale.
En algunos casos habrán tenido razón porque yo: “Prefiero desconfiar de una persona y que ella me demuestre que estaba equivocado, a confiar y que al final me den la razón”.
Así de simple, no podes abrir todas las puertas y ventanas al primero que toca el timbre, corres el riesgo que te roben. Y eso se aplica en todas las facetas de nuestras vidas.
La confianza junto a su crecimiento y desarrollo está ligadísima a las relaciones que mantenemos, a los amigos, compañeros, pareja y a las respuestas que obtenemos en esas relaciones. Por eso también es nuestra responsabilidad seleccionar muy bien y cuidar a esas personas con las que decidimos rodearnos.
Ganar la confianza de alguien debe ser lo mas complicado de lograr pero lo mas fácil de perder. La confianza es madre del descuido, hermano de la amistad y enemigo de la mentira. ¿Entonces que joracas hago? Encontrar tu luz, yo siempre que hago o me hacen algo digo para mi: “Las cosas se toman según de quien vengan” y nada más.
“Desconfió hasta los huesos de los siempre contentos prefiero bellezas sin tanto espamento…”